lunes, 1 de noviembre de 2010

DEMASIADO CERCA DE LAS ESTRELLAS

El programa “Cerca de las estrellas” supuso, para muchas personas, un antes y un después en la concepción del baloncesto americano ya que, con anterioridad al mismo, poco había sobre la NBA que no fuera más allá del all-star y conocer quién había sido el campeón esa temporada, corría el año 1988.

Sin embargo, tal emisión nos acercó a conocer el formato de una liga con 82 partidos de liga regular, con playoffs larguísimos, con espectáculo a cada tiempo muerto y, sobre todo, una concepción del showtime que dejaba en pañales al baloncesto europeo y que veíamos completamente inalcanzable, hasta el punto que, el fichaje de Fernando Martín por los Portland Trail Blazers, aparte de la repercusión mediática que produjo, también se concibió como una cuestión casi de Estado hasta el punto que, al considerársele “profesional” se le impedía volver a vestir la camiseta de la selección española, algo aberrante por otro lado.

Otro punto de inflexión fue la participación en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 del único Dream Team que ha existido hasta la fecha, ahí lo importante no era la diferencia de puntos que te iban a endosar sino la foto al final del partido en el que pudieras contar a tus nietos que estuviste jugando contra los mejores jugadores del mundo porque sabías que todos y cada uno de ellos iban a dejar un recuerdo que perdurará durante la eternidad, o acaso alguien duda que dentro de 50 años seguiremos hablando de Jordan, Bird o Magic Johson.

Y así han ido pasando los años, las temporadas, los mitos se han ido retirando, han ido llegando otros nuevos y mientras tanto ¿qué hubiera pasado si alguien se hubiera dormido en el año 1992 tras ver al equipo USA recoger su medalla de oro y se despertara en la actualidad?
Pues vería que ya no aplaudimos las jugadas del equipo americano sino que exigimos que les apliquen el reglamento FIBA para jugar en igualdad, que a muchos les parece una solemne tontería el numerito del “elegido” Lebron cuando se pone a lanzar los polvitos al aire, que seguimos mucho más a los equipos NBA en los que juegan nuestros compatriotas simplemente por verlos a ellos más que a sus acompañantes y que disfrutamos con los anillos conseguidos por Gasol como algo nuestro.

Pero no queda ahí la cosa, porque nuestros equipos pueden jugar contra los de allí sin ningún tipo de complejo, ejemplos cada vez hay más, como la victoria del CSKA ante Cavaliers en territorio americano y, sin duda, el triunfo del Barcelona ante Los Angeles Lakers, luego podremos debatir sobre si estos estaban en pretemporada, si aquellos venían más en forma o si el entrenador (con mayúsculas) Phil Jackson considera que el equipo español pueda competir en la NBA o no, sin duda otro debate.

Todo ello también tiene su efecto negativo, todos aquellos que vienen de allí ya no son los jugadores capaces de anotar 40 puntos por encuentro, dueños de su juego por encima del equipo, egoístas y encerrados en su mundo, ahora no, saben que deben ponerse al servicio del conjunto, a saber que nada les viene hecho y que si no son capaces de adaptarse a un ritmo muy parecido de competición, lo acabarán pagando, Sergio Rodríguez es un claro ejemplo de ello.

Finalmente, lo único cierto es que las estrellas están demasiado cerca, no a su altura, seamos realistas, ni tenemos esa capacidad económica, ni esos pabellones, ni muchas más cosas pero lo cierto es que la ventaja que había se ha reducido muy considerablemente y lo mejor es que seguimos avanzando…¿ellos también?

No hay comentarios:

Publicar un comentario