Pero, asombrado, observo como, por un lado a Contador le dan palos porque, supuestamente, no respeta el “código ético” al atacar a su rival cuando a éste se le sale la cadena de la bici y por otro, a Alonso, que califican su carrera como fraude porque su compañero de equipo le dejó pasar.
Y digo yo, alguien en su sano juicio ¿no hubiera hecho lo mismo que Contador?, ya ni siquiera voy a referirme al mismo deporte si en la última contrarreloj hubiera pasado lo mismo pero al revés, seguro que Schleck se habría detenido, se hubiera fumado un cigarrito y luego, cuando le dijeran que ya había arreglado la bici, ambos hubieran seguido la prueba, no te fastidia… Pero vayamos más allá, extrapolemos a otros deportes, Fórmula 1 si se te rompiera el coche, jugador de baloncesto que se resbala al hacer un desplazamiento en defensa y deja a su rival sólo frente a la canasta, gimnasta que se le cae una maza ante un ejercicio, etc. etc. etc. Todo eso no tiene nada que ver con el FAIR PLAY, ni en élite ni en formación, sencillamente FORMA PARTE DEL JUEGO, y como tal juego, entran muchas variantes, desde un mal desayuno que puede arruinar tu carrera hasta una salida de la cadena.
Otra cosa es una circunstancia grave como una caída, un accidente o una lesión importante, ahí ya es otro concepto en el que prima la vida y no hay otra opción, es más, lo primero que tienes que hacer es ayudar, pero mezclar ambos conceptos es inadmisible.
Lo de Alonso es otro cantar, que un miembro de tu equipo sea tu enemigo es un problema grave, y que ese mismo miembro y su ingeniero tampoco entiendan lo que es lo mejor para ese equipo anteponiendo intereses individuales es algo que debe ser solventado dentro de ese supuesto equipo y que deberá ser resuelto por el entrenador, perdón, la persona, que corresponda. Lo que es imperdonable es el circo mediático que montaron muchos periodistas acosando a Alonso con preguntas que hubieran sacado de sus casillas al más pintado del tipo si se consideraba que si ganaba el campeonato no estaría manchado por el triunfo conseguido.
No obstante, y para terminar, todo esto me lleva a la misma conclusión, todos estos palos ¿es envidia? ¿envidia de no poder presumir de campeones en tantas disciplinas? Pues si es así, que yo creo que sí, me alegro de esas desgracias ajenas, que sigan intentando desvirtuar los triunfos de España, porque finalmente, la historia sólo recuerda al campeón y nadie nombra a quién intenta manchar su nombre con argumentos sin fundamentos.
Felices vacaciones a todos, me vuelvo a mi retiro espiritual.