jueves, 1 de julio de 2010

Sara Carbonero o la ciencia de hablar sin saber


Lo reconozco, llevo mal tratar con gente que habla de temas que no conoce, sería algo parecido a si yo me pusiera a hablar de ciencia cuántica con algún licenciado en física y por ello no puedo evitar, algunas veces ponerme sarcástico con el susodicho y en otras ocasiones ignorarle.
Hoy he decidido usar mi vena sarcástica con las criticas de los "eruditos" de la comunicación audiovisual tipo Urbaneja, diciendo que le parece una aberración ver a Sara Carbonero haciendo su trabajo, estando a unos metros de su novio Iker Casillas.
Hacer aseveraciones de ese tipo me producen un gran trastorno mental porque, poniéndome en la mente de Del Bosque, ¿que haría yo? ¿dejo fuera a Casillas y saco a Reina?, ostras, a ver si va estar su novia en la grada, que seguro que tiene un buen sitio cogido y también lo desestabiliza.
Pues ya está, propongo que, a partir de hoy, se prohiba la entrada a cualquier novia, amiga, amigo o familiar de jugador/a en un terreno de juego para evitar que hayan problemas de falta de concentración, sólo así tendría sentido el comentario y las críticas realizadas a una profesional de los medios de comunicación.
En fin, que mi impresión es que estamos pagando el precio de que un mundial sea retransmitido por una cadena cuya especialidad es el cotilleo (la presencia del equipo informativo en La Noria tuvo que ser de traca) y que sí, abogo por la prohibición de que entren familiares a los partidos, sobre todo de junior para abajo, menos disgustos tendríamos los entrenadores.
Finalmente, termino tal y como he empezado, si no conoces un tema, sólo escucha, no hables, no seas un urbaneja cualquiera que debe saber muy poquito de deportes, ya no de competición, sino de cualquier otro, porque podrías recordarme al típico "listo" que viene diciendo:
- Yo nunca entrenaría un equipo femenino, no las soportaría.
- Pero... ¿cuántos has entrenado?
- Ninguno, pero seguro que no las aguanto.
- Ah vale, entendido, venga hasta luego.
Pues eso, le digo lo mismo a Urbaneja y a los que piensen como él. Hasta luego.

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